Texto de León Felipe
Hablando con mi amargo corazón,
más no aburrido como el peyote
que he comido me encuentro hoy.
Pensando en mi amor perdido,
en los días transcurridos sin razón;
deseando volver al nido, ese
que construimos bebiendo, fumando,
trabajando y agarrados de la mano
del ángel enamorado que nos unió.
Ahora con valor, tranquilo, sobrio y
sin permiso te digo amigo mío que me dolió.
No sé si recuperar mi libertad para
ver cual niño perdido tu falta de amor;
más también pienso que lo único y
más feliz en ese nido no era mi libertad,
sino los ojos cafés que me miraban al llegar
y me hacían sentir que no había nada en el mundo
que me faltara, teniendo un nido junto a tus labios,
tu cuerpo, tus ojos y tu amor.
Soledad en mi amargo corazón existe hoy,
por el amor que he perdido y te cuento yo;
que al sentir frió recuerdo tu suave mirar
que me proporciono calor.
¿Por qué la felicidad viene solo
acompañada de tu amor?
Por que mis compromisos
cumplidos me llenan de logros,
pero son tan vacíos como la cama
en que me encuentro metido
sin tus ojos bonitos que al mirarme
me quitaban el frió, me arrancaban el corazón,
lo guardaban entre su pecho y yo
simplemente dormía y dormía y dormía
y olvidaba la razón.
¡Y los que esperamos nada!
Vuelve al nido, al pinche pozo
donde estabas,
jugando a ser quien no eres
y jugando al ser y no eres;
por que razón eres quien no eres
y por que razón me dejas en la nada,
¿Por qué te fuiste corazón solitario?
¿Por qué mi amor es por ti un letargo?
que tu creaste por que fuimos.
¡Infieles!
¡Infieles los corazones rebeldes!;
a los amores sinceros nos apaciguan con TV,
con malas flores y de paso malos amores.
Hoy me decidí a ser libre por fin,
sin limites, sin tiempo, sin agendas,
inspirado por la luna y la calle siniestra.
Y los versos se resumen en leyendas cotidianas,
mas no en agendas ni placeres.
Solitarios en la luna,
en las pocas estrellas,
en cantares en versos,
en siniestros besos
de la arena pesada,
en alcohol y marihuana.
Me mataste y no quise morir,
encontré un lugar aquí,
en mi corazón él, la, sin razón,
en el pason que me di de alcohol
y que me hizo pasar esta sensación.
¡Tantos años!
Pareces tan madura,
pues al pensar que eras dura
no imagine imaginar que eras tu
quien te querías alejar.
Estoy borracho otra vez
recupero mi alma y quien va a caer.
Y ahora pinto un dedo con tinta que va a llover,
duele el tatuaje, que muera el amor,
que viva la libertad, el desierto, la selva
y este pinche lugar.
Está super bien.
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